¿Quieres conocer más sobre la duración del hormigón y su efecto sobre el medio ambiente?

La longevidad de uso sin averí­as es a lo que nos referimos cuando hablamos de duración. Los costes y el daño ambiental de las reparaciones y reemplazos disminuyen cuando se usa un material de larga duración. Los recursos naturales se agotan y se crea la contaminación del aire y el agua cuando se fabrican materiales de construcción sustitutos. 

El hormigón puede mantener sus propiedades de ingenierí­a previstas incluso después de la exposición a la intemperie, los productos quí­micos y el desgaste. Las calidades previstas y las condiciones de exposición dictan los requisitos de durabilidad para varios hormigones. La durabilidad final y la vida útil del concreto están determinadas por varios factores, incluidos los ingredientes utilizados, cómo interactúan esos ingredientes, los métodos utilizados para colocar y curar el concreto y las condiciones bajo las cuales se utilizará el concreto.

¿Cuál es la durabilidad del hormigón?

La mayorí­a de las estructuras tienen una vida útil de 30 años, pero muchas duran mucho más (50 a 100 años). Los edificios de hormigón duran mucho tiempo sin necesidad de ser reemplazados por daños estructurales. Sin embargo, si la función o el uso del edificio cambia o si se renueva el interior del edificio, la cubierta o estructura de hormigón se puede reutilizar. Tanto como material estructural como revestimiento exterior, el hormigón puede proteger un edificio de la intemperie y otros mecanismos naturales de deterioro.

La durabilidad del concreto se puede describir como su capacidad para resistir los efectos del tiempo mientras conserva su forma original y las caracterí­sticas de ingenierí­a para las que fue diseñado. Según el uso previsto del hormigón y las condiciones de exposición, pueden ser necesarios diversos grados de durabilidad para lograr los resultados deseados. Por ejemplo, un piso en una casa sin exposición a la intemperie tendrá diferentes requisitos que uno en un edificio en la costa.

Consideraciones para la longevidad del concreto

Humedad

Debido a que contiene tan poco material orgánico, el concreto no se daña fácilmente por oxidación o descomposición, incluso en ambientes cálidos y húmedos. Solo las grietas en el concreto permiten que la humedad se filtre dentro de una estructura. Este riesgo se puede reducir haciendo que las juntas sean inspeccionadas y reparadas anualmente. Incluso si el agua se filtra por las grietas, no dañará el concreto. Si se utilizan membranas impermeables para cubrir las paredes, el hormigón del interior se secará y se agrietará.

Los sistemas de acabado y aislamiento exterior (EIFS) y los sistemas de estuco sintético pueden tener problemas de rendimiento, como daño por humedad y baja resistencia al impacto, mientras que el yeso de cemento Portland (estuco) no los tiene. En comparación con el estuco de cemento portland, el espesor del estuco sintético suele ser mucho más delgado, lo que lo hace más vulnerable al impacto. Su composición evita que la humedad se escape una vez atrapada en el interior de una pared. El aislamiento, el revestimiento y la estructura de madera pueden deteriorarse si la humedad queda atrapada entre ellos durante demasiado tiempo. Los soportes y la estructura de metal también están corroí­dos. Debido a que el concreto y la mamposterí­a son tan duraderos y resistentes a la humedad y la corrosión, son sustratos ideales para los sistemas de acabado y aislamiento exterior (EIFS).

Protección Anti-UV

Los rayos UV del sol no dañan el hormigón. Los pigmentos coloreados en el concreto aseguran que las caracterí­sticas arquitectónicas (paredes y pisos, por ejemplo) mantengan su tono original mucho después de que las pinturas se hayan desvanecido debido a la luz solar.

Tolerancia al cambio de temperatura

La congelación y descongelación mientras el concreto aún está húmedo, especialmente en presencia de productos quí­micos descongelantes, es el factor de meteorización más perjudicial. El deterioro ocurre cuando el agua en el pasado, las partí­culas de agregado, o ambos, se congelan y expanden.

Agregar un aditivo incorporador de aire y mezclarlo bien puede dar al concreto un sistema de burbujas de aire microscópicas que lo hace extremadamente resistente a la congelación y descongelación. Estas pequeñas bolsas de aire en el concreto permiten que el agua se expanda y se convierta en hielo, aliviando la presión dentro de la estructura. La durabilidad aumenta con la disminución de la relación agua-cemento; por lo tanto, es preferible un hormigón con una proporción de 0,40 o inferior al hormigón con una proporción de 0,50 o superior. Para evitar daños por congelamiento y descongelamiento repetidos, use concreto con aire incorporado con una baja relación agua-cemento y un contenido de aire de 5 a 8 por ciento de vací­os de aire distribuidos uniformemente.

Conclusiones sobre la duración del hormigón y su efecto sobre el medio ambiente

El hormigón se utiliza en la construcción de muchos edificios modernos.   La mayorí­a de las presas, monumentos, diques, carreteras, edificios y otros proyectos de ingenierí­a emplean este material. Debido a sus diversos beneficios, el concreto se usa con frecuencia en la industria de la construcción.